lunes, 13 de diciembre de 2010

No quiero nudos de garganta.

Mi estado de ánimo amenudo se deja llevar y cambia cada cinco minutos. Me llamaría a mi misma bipolar, pero prefiero el término especial. Mayoritariamente depende de las personas que mi importan, si ellas están bien mi mundo va sobre ruedas. Suele variar según la música que escuche, muchas canciones me producen tristeza, morriña o recuerdos que nunca olvidaré. Suelo ser una persona alegre, que trata de conformarse con poco y disfrutar de cada día, apesar de la monotonía de la cual me desaré cuando pueda. Me gusta leer, me habre las puertas a otros lugares y situaciones, me gustan las novelas románticas a pesar de que son demasiado bonitas para ser ciertas. Me encanta ver películas, las comedias se me hacen repetitivas, prefiero dramas o películas de terror, casi siempre acompañada. La película con la que más he llorado, una de mis preferidas: La vida es bella. No suelo ser extrovertida, excepto con esas personas con las que tengo una enorme confianza, suelo guardame las cosas me gusten o no, y también los sentimientos. Mi confianza se gana facilmente pero conservarla es más difícil. No me considero egoísta ni demasiado egocéntrica, tampoco rencorosa, pero tengo muchos otros defectos, que si mencionara no acabaría. Como probablemente ya mencioné tengo mi propio mundo, me resguardo en el cuando las cosas no van todo lo bien como me gustaría y cuando no estoy todo lo bien que debería. Sueño con ese mundo sin guerras, conflictos, racismos, enfados, desigualdades, etc. Sueño despierta, con lo que más, con tener la felicidad como estilo de vida.

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